1 jun 2009

Me salvó el conejo

El viernes me saqué las muelas de juicio. Las dos de abajo. Unas muelas hijas de puta que me jodieron durante varios años hasta que el viernes, dejé atrás mi cobardía y fui al dentista.

Nunca en mi vida me había sacado una muela, no sabía lo que era tenerle miedo al Sr. Odontólogo... Pero ahora entiendo todo... Como Víctor Sueyro cuando vió la luz, como Noé al lado del arca cuando empezó a llover, como mi tío cuando afirmó "dios bendiga al que inventó las babuchas" ¡YO TUVE UNA REVELACIÓN! Ya sé por qué todos odian al dentista.

Me inyecta la anestesia... mientras me hace efecto el tipo me va escribiendo las recetas, las recomendaciones y qué sé yo. Hablamos de pavadas... más que todo porque se me ocurre decirle que había dormido 4 horas, tenía miedo que la anestesia no me haga efecto trás las 2 o 3 copitas que me había tomado la noche anterior... No me dice nada, así que supongo que no hay inconveniente. También le comento que me había ido después de trabajar a almorzar, y que mi abuela había preparado conejo, con una cosa llamada milhojas de papa... y que me comí todo lo que pude y más por las dudas que me vea imposibilitada de ingerir comida en los días siguientes. La charla deriva en la ingesta de conejos, ranas y chivitos...


Cuando me hizo efecto, le dije "Me siento como en el juego del miedo" El tipo se cagó de risa. La anestesia es una porquería, esa sensación muy bien descripta por mi dr. como "¿de quién es este labio?" es horrorosa. No tener control sobre parte de tu cara, y no saber si uno está babeando como perro que mira un asado es terrible. Sobre todo porque existe la posibilidad de que eso pase.

La primera muela me la sacó fácil, y se supone era la más complicada. Yo mientras tanto jugaba al monje tibetano repitiendo

mi alma está, mi cuerpo se evade
mi alma está, mi cuerpo se evade
mi alma está, mi cuerpo se evade
mi alma está, mi cuerpo se evade


y mirando un foquito que había en el techo, porque el reflejo del hilo de sutura en los anteojos del Sr. Dentista era muy escalofriante... Y más esalofriante pensar que estaba cortajeando mis ex muelitas y cosiendo y haciendo casi un moñito adentro de mi boca.

El dentista me decía que me estaba portando muy bien, yo dije "bueno, no fue para tanto... queda la otra y listo"...

¿La otra y listo? ...

¡Pero qué equivocada que estaba! La otra no fue ningún trámite... En medio del forcejeo con la muela y mi meditación profunda sobre el foco algo salió mal y empecé a sentir un calor en el estómago por lo cual empecé a sacudir las manos como una loca... no sé si me dolía, pero la presión la tenía por el suelo seguro.

"Te mareaste" me dice el tipo... "Te vi que te estabas poniendo blanca, por eso me apuré"


Yo a esa altura no podía decir mucho ya que tenía toda la boca totalmente ajena por la anestesia, y ahora encima no podía ni abrir los ojos. Por suerte estaba muy acostumbrado el dentista... enseguida me puso alcohol, prendió el ventilador... Yo que creía que no tenía cagazo, me quedé temblando pero quería terminar de una vez por todas y saqué una ráfaga de valentía y le dije "Dale, vamos"

Pero no...

Abrí la boca y me volví a marear. Terminé patas para arriba en el sillón del consultorio... Qué imprensentable...

Cuando por fin me bajó la sangre a la cabeza, me senté y me siguió cosiendo. Cuando terminó le digo:

- ¿Habrá sido el conejo?
- ¡¡¡NO!!! ¡El conejo te salvó!
- (?)
- Si no hubieras traido ese conejo puesto...
- (Me cagué de risa con anestesia y todo)
- ¡En serio! Si no hubieras traido ese conejo puesto te daba una lipotimia y te desmayabas de una... ¿Sabés la gente que se demaya acá? Los estás atendiendo y quedan tuc quietitos, después hacen así como convulsiones hasta que se despabilian con el alcohol...


El dentista hacía mímicas de cómo se demayaba la gente... realmente muy gracioso. De favor me hacía olvidar de la escena patética que me había mandado hacía un rato, y cuando me fui me dijo que le había hecho recordar la caza de ranas, y el conejo... que había sido lindo atenderme.

Se había divertido el güacho... Qué bueno... ¡Porque yo espero no tener que volver nunca!


Mica


PD: ¡No puedo creer el pedazo de raíz que tiene una muela de juicio!

14 comentarios:

LuzbelitO dijo...

"habia sido lindo atenderte"? te qeria levantar de una!! q grande jajaa
igual yo no iria a pasar verguenza con vos al dentista ehh :P jajaj
beso grande compañera!

La Criatura dijo...

el dentista es el tipo más cruel del mundo... más cruel que calamardo

El Dc Felipe y YO dijo...

jajajaja!!!
Gran relato mica!!

GRacias A la evolucion del Homo Sapiens Sapiens a mi no me salieron las muelas de Juicios!!!

Asique no tengo que pasar por esa tortuosa experiencia......

te salvo el conejo... Viva el Conejito ;)

Eduprecidente dijo...

Mica, yo estoy enamorado de mi dentista, a ella le debo mi sonrisa, y cuando me habla, no hago otra cosa que escucharla, su suavidad me desarma, lo del conejo es una broma, porque ellos nunca necesitan ir al dentista, y lo de la raíz de la muela es un impostura, la usan para causar el asombro, para que el cobarde se sienta valiente (en definitiva te cagaste hasta las patas ) ahora en serio me parase una animalada propias de los tres chiflados, sacarte dos muelas, junta, para ahorrase la anestesia.

Anónimo dijo...

como? asi es? a mi me la sacaron con un piolin y el picaporte de la puerta.

Nauta Cousteau dijo...

¿Que se había divertido atendiendote? ¿¿ATENDIENTOTE?? ¿estás segura que no te desmayaste un rato? ¿tenías la ropa tal cuál la traías puesta? ¿el tipo no se estaba fumando un pucho cuando volvíste en vos? por las dudas, ¿no estarás ovulando, no?
Que tipos jodidos, por lo menos te dijo cosas bonitas cuando te fuíste.

Anónimo dijo...

Espectacular relato, hacía mucho que no me reía con un blog personal.

Me pregunto por qué casi todos pensamos que te volteó/quiso voltearte...

Categoría Nube dijo...

Es verdad! Todos se piensan eso! Y yo creía que el tipo era atento... pero qué bárbaro!

Al final soy una ilusa!

Categoría Nube dijo...

Luzbelito: Vergüenza?? Eso?? Naaa He hecho cosas peores!!

Criatura: Nada más que agregar... es así

Edu: Qué bueno que ames a tu dentista, yo no tenía nada contra él hasta el viernes pasado... Y de la animalada de sacarme dos muelas juntas, te digo que hubiera coincidido si hubiera notado algo después, pero salvo el cagazo del consultorio, no me pasó nada más. Los días siguientes como si no hubiera pasado nada.

Don Cosme: Así me quise sacar mi primer diente de leche... pero me acobardé a mitad de camino... El resumen es: mucha sangre, mucho dolor y nada del asunto ese del ratón pérez... hasta la semana siguiente que se salió comiendo una manzana (verde)

Nauta: Mirá, no lo había pensado... pero ya es demasiado tarde para revisar los efectos personales que traía puestos... pero a ver... bueno... En todo caso al menos me dejó el teléfono de su casa, creo que mañana lo llamo para que me devuelva... la dignidad!

Muzza: A lo sumo quiso voltearme, si me hubiera volteado efectivamente tendríamos un relato hot y más de 50 comentarios cachondos

Unknown dijo...

buen relato, como los primeros. Igual, yo tuve malas experiencias con mis dentistas. La muela de juicio me dejó 5 días a puré. ¿Será porque no me gusta el conejo?

En fin, la dentista que me sacó la muela no es mi dentista, fue otra que se dedicaba a eso, y me gustaba bastante, eso que tenía como 45 años.

saludos

Categoría Nube dijo...

Ah bueeeeeno... Uds quieren que esto se convierta en un blog erótico!

seba dijo...

jajajjajajajajaja
saludos

Zimbon dijo...

Hay que ser muy mala persona para ser odontólogo! No es para cualquiera vivir del sufrimiento ajeno...

O sos político, o sos chorro... o sos odontólogo!

saludos!

Unknown dijo...

Yo puse la historia de mi muela del jucio en mi blog. Lo que no me acuerdo es si me la sacó el dentista o el proctólogo.