
En el recorrido oficial por la ciudad se incluye centro viejo, playa, parque y puerto... Siempre que
llego al puerto, voy a la escollera. Cuando llego a la escollera, siempre me pregunto "Si este es el punto donde se unen el río (dulce) y el mar (salado)... ¿Cómo cada uno se mantiene sin mezclarse?" O también la pegunta de mi hermano resulta válida ¿Qué sabor tiene el agua en este lugar? Ohh, si... ésta es otra de esas incógnitas sin respuesta cómo: ¿de dónde venimos? ¿hacia dónde vamos? ¿¡a dónde fuiste!? ¿¡¿por qué no me llamaste más?!? etcétera.
¡Y las piedras nuevas de la escollera parecen payanas* gigantes!

¡Y las piedras nuevas de la escollera parecen payanas* gigantes!
Sentirse en casa es lo mejor. Volver a encontrarse con esas cositas que dejaste cuando te fuiste a estudiar, con tu habitación, con los juguetes que tenías... yo cuando vengo no puedo parar de revolver todo. Lo feo de ésto es escuchar a mi mamá acordarse de cuando eramos niños... No tan feo como cuando nos presenta diciendo "¡¡viste lo lindos que son mis hijos!!!". Eso sí que está mal. No lo hagas más mamá.
Y ya que hablamos de mi madre, esta vez le caímos de sopresa con mi hermano, y por eso se excusó de no haber preparado nada rico para comer. Eso, mamá, ¡¡es una mentira!! El resto de los días tampoco preparaste nada, y hoy cuando te dijimos por enésima vez "Má, tengo hambre..." dijiste (y con esta frase me despido)
Y ya que hablamos de mi madre, esta vez le caímos de sopresa con mi hermano, y por eso se excusó de no haber preparado nada rico para comer. Eso, mamá, ¡¡es una mentira!! El resto de los días tampoco preparaste nada, y hoy cuando te dijimos por enésima vez "Má, tengo hambre..." dijiste (y con esta frase me despido)
"Está lindo que vengan, pero esto de que tengan hambre todo el tiempo no está bueno"
mica (desde el mar)
* el que no sabe lo que son las payanas, que averigüe
No hay comentarios:
Publicar un comentario